-Principalmente por la actividad de la industria papelera, en el año se pierden bosques por 90.000 kilómetros cuadrados.
-Se cree que la deforestación es responsable en un 18-25% de los cambios climáticos en el mundo.
-Cada dos segundos se destruye una superficie de bosques equivalente a un campo de fútbol.
-El uso del papel ha aumentado más de seis veces en los últimos 50 años.
-El 85% de los papeles que utilizamos proviene de bosques que no se vuelven a regenerar, tan sólo mueren y desaparecen.
-La quinta parte de los árboles talados en el mundo es utilizada para fabricar papel.
-Alrededor del 40% del papel producido en el mundo es utilizado para embalaje y envoltura.
-Para no reducir el patrimonio forestal actual cada persona debería plantar 4 árboles.
-En los Estados Unidos, el 60% del espacio de las revistas y periódicos está reservado para avisos, en tanto que anualmente se producen unos 52.000 millones de unidades de diversos tipos de materiales de publicidad, incluyendo 14.000 millones de catálogos para compras por correo que en su gran mayoría van directo a la basura.
-Un estadounidense promedio utiliza unos 340 kilos de papel al año. Son los que más consumen papel en el mundo, ya que es casi un tercio del papel que se produce en el mundo entero.
Deforestación
La deforestación es una de las mayores amenazas para la vida del hombre. Al eliminar un bosque en gran medida la capacidad del terreno para controlar su propio clima y composición química. Los bosques ayudan a mantener el equilibrio ecológico y la biodiversidad, limitan la erosión en las cuencas hidrográficas e influyen en las variaciones del tiempo y en el clima.
Una de las funciones más importantes de los árboles es su capacidad para la evapo-transpiración de volúmenes enormes de agua a través de sus hojas. Este vapor asciende y se condensa para formar las nubes; posteriormente, la precipitación de lluvia permite el crecimiento de los árboles y de sus raíces. Por otro lado, los desechos de las hojas se pudren en el suelo, determinando, su enriquecimiento; los nutrientes son reciclados rápidamente por las bacterias del terreno, cerrándose así el ciclo. Por lo tanto, si se eliminan los árboles, la lluvia cesará, pues ambos factores se estrechamente relacionados. Sin la lluvia, la tierra empezará a morir, se producirá una fuerte erosión y la zona de bosque se convertirá en un desierto.
La deforestación, por tanto, puede ocasionar la extinción local o regional de especies, la pérdida de recursos genéticos, el aumento de plagas, la disminución en la polinización de cultivos comerciales o la alteración de los procesos de formación y mantenimiento de los suelos (erosión). Asimismo, impide la recarga de los acuíferos y altera los ciclos biogeoquímicos. En suma, la deforestación provoca pérdida de diversidad biológica a nivel genético, poblacional y ecosistémico.
Como causas fundamentales de la deforestación pueden citarse el cambio del uso del agua para actividades ganaderas y agrícolas, los incendios y enfermedades forestales o la tala incontrolada de árboles.
Para combatir la deforestación las Naciones Unidas recomiendan distintas medidas:
– Que dentro de los programas forestales de cada país deben hacerse partícipes a todos los interesados e integrar la conservación y el uso sostenible de los recursos biológicos.
– Deben mejorarse las capacidades nacionales de investigación forestal y crear una red para facilitar el intercambio de información, fomentar la investigación y dar a conocer los resultados de las distintas disciplinas.
– Es necesario llevar a cabo estudios que analicen las causas de la deforestación y degradación ambiental en cada país, y debe fomentarse la cooperación en temas de transferencia de tecnología relacionada con los bosques, tanto Norte-Sur como Sur-Sur, mediante inversiones públicas y privadas, empresas mixtas, etc.
– Mejorar el acceso al mercado de los bienes y servicios forestales con la reducción de obstáculos arancelarios y no arancelarios al comercio, así como la necesidad de hacer un uso efectivo de los mecanismos financieros existentes, para generar nuevos recursos de financiación a nivel nacional como internacional.
– Que las políticas de inversión atraigan inversiones nacionales, de las comunidades locales y extranjeras para las industrias sostenibles de base forestal, la reforestación, la conservación y la protección de los bosques.
Fuente: www.salvemosalarbol.com